Oviedo estrena el rocódromo con más metros escalables de Asturias
La escalada continúa abriéndose hueco en Asturias y concretamente en Oviedo, donde El Roko abrirá sus puertas con nada menos que 754 m2 escalables para todos los niveles
La escalada continúa ganando adeptos en Asturias y tanto al aire libre como a través de los rocódromos y centros de escalada, que cada vez cuentan con más protagonismo en tierras asturianas y ahora también en Oviedo, donde desde este 2 de julio se puede disfrutar de las instalaciones del nuevo centro de escalada con más metros escalables de Asturias, El Roko.
Pero a pesar de las dimensiones de este nuevo centro de escalada ovetense, lo cierto es que para sus tres socios todo surgió de un modesto y pequeño proyecto inicial como ellos mismos cuentan a EL COMERCIO: «La idea surge porque teníamos un local pequeño para entrenar que comenzó siendo un lugar perfecto para disfrutar de este deporte con amigos. Pero lo que empezó siendo un local para unos pocos, acabó siendo un lugar al que cada vez más escaladores querían unirse para entrenar y acabó quedándose demasiado pequeño. Entonces fue cuando pensamos que en Oviedo no había ninguna instalación de este tipo, así que aprovechamos esa gran oportunidad para convertir nuestra mayor afición en nuestro trabajo».
Un gran proyecto con nada menos que 754 m2 escalables y 1.000 m2 de superficie total al que Félix Ruiz, Cristina Jardón y David Fernández han conseguido darle forma durante meses de duro trabajo, en los que también han tenido que afrontar las dificultades y el parón impuestos por la pandemia: «La pandemia nos tocó de lleno como a la gran mayoría y justo en el momento en el que habíamos dejado nuestros respectivos trabajos para volcarnos por completo con el proyecto de El Roko. Así que nos tocó estar paralizados durante algún que otro mes y afrontar unas cuantas dificultades por el camino. Tuvimos que armarnos de paciencia pero finalmente aquí estamos con ese proyecto hecho realidad», nos transmite Félix Ruiz.
Una afición en común
Pero para entender este proyecto también hay que remontarse unos años atrás, cuando la escalada apareció en la vida de estos tres emprendedores y de formas totalmente diferentes. Por un lado para Félix Ruiz todo empezó cuando su madre decidió llevar a escalar a su hermano, una experiencia con la que este bilbaíno y asturiano de corazón, consiguió quedarse enganchado a este deporte del que lleva disfrutando desde nada menos que 26 años. Una afición que para Cristina Jardón surgió hace cinco años a través de su mejor amiga y cuya progresión, al igual que su socio y compañero de vida Félix Ruiz, también le ha llevado a competir dentro y fuera de Asturias. Para David Fernández comenzó hace algo más y en una pequeña escuela de escalada que tenía cercana a su casa y en la que pasaba sus ratos libres entrenando. Todos ellos unidos por una misma pasión, que les hizo coincidir en ese pequeño local inicial y con la que ahora se han lanzado de lleno en este nuevo proyecto.
David Fernández, Cristina Jardón y Félix Ruiz (de izquierda a derecha).
Y es que esta es una práctica deportiva que va mucho más allá de ser solo un deporte y que para estos tres escaladores es prácticamente un estilo de vida: «Este es un deporte en el que la única competición está con uno mismo y que además es capaz de aportarte todo tipo de experiencias enriquecedoras. Solo hay que pararse a pensar por ejemplo en la importancia en la escalada en roca de los compañeros de cordada o de los porteadores en la escalada en bloque, son personas en las que confías plenamente y ese es un vínculo único. La escalada y todo lo que ella conlleva no deja de ser un deporte social y un estilo de vida en sí y en Asturias, cada vez está ganando más adeptos gracias a las grandes escuelas de escalada en roca que tenemos, pero también gracias a la creación de rocódromos como los que tenemos en Asturias, que acercan este deporte a todos los públicos», explican.
Espacios para aficionados a la escalada y para principiantes
Un nuevo espacio en el que los aficionados a la escalada podrán satisfacer sus ganas de entrenar y en el que también habrá hueco para todo el que quiera iniciarse en este apasionante deporte de altura: «Queremos dar a conocer este deporte entre esa gente que nunca antes lo ha experimentado y que aquí tengan la posibilidad de probarlo y sobre todo de pasar un buen rato». Mientras que la gente aficionada a la escalada también se encontrará con «un espacio en el que poder llevar a cabo sus entrenamientos, así como también en el que poder evolucionar y mejorar en esta disciplina», nos explica Cristina Jardón.
En lo que respecta a los espacios, este centro cuenta con una gran zona con 95 bloques escalables de diferentes dificultades y destinadas tanto para principiantes, como para expertos. También una zona equipada con vías que se destinarán a dar cursos de escalada deportiva y también para los amantes de la cuerda, a las que podrán acceder tras hacer un previo y pequeño examen.
Fuente: El Comercio